Venimos a este mundo a aprender, a aprender lecciones que engrandecen nuestra alma, lecciones que no podemos aprender si no es viviendo, sintiendo, improvisando, resistiendo, equivocándonos, acertando…lecciones de vida.
Forest Gump decía que la vida es como una caja de bombones, nuca sabes cuál te va a tocar, yo creo que si miras dentro sabes perfectamente que bombón estás escogiendo y para qué.
Escogemos aquello que nos ayuda a cumplir nuestro propósito, estamos creando el mapa de nuestra vida paso a paso y para poder dibujar el siguiente giro en el camino necesitamos salir ahí fuera y reconocer el terreno.
Hay momentos más duros, y momentos más livianos, en todos ellos hay que saber bailar, reponerte, llorar cuando lo necesites y mantener tu convicción intacta.
Hay algunos que hacen ese camino luchando, a golpe de grito, de pataleta, de falta de respeto incluso yo misma hago mi camino así a veces, que caray, como digo siempre, soy coach y además un ser humano, no me pidas la iluminación tan pronto, pero como dice un gran amigo mío «-lo haces bien, lo haces mal y sigues aprendiendo-» esto es el camino, ni más ni menos.
Recuerda algo, cada paso que des en que hagas sentir mal a alguien conscientemente es un daño que la vida te devolverá conscientemente y cada paso que des en que hagas sentir mal a alguien inconscientemente es un daño que la vida te devolverá para que puedas ser consciente de que tus gritos, tus presiones, tu estrés, tu menosprecio hacia otro, es un boomerang de ida y vuelta.
Y que hay al final? Pues eso, el FINAL. El final de un camino que de ti depende que haya merecido la pena vivir o no.
Hay veces que la vida te está echando un pulso, pero quizá es solo tu manera de verlo, quizá la vida tan solo te esta cogiendo de la mano para llevarte firme y amorosamente hacia el siguiente nivel del camino, sólo es un pulso porque tu te empeñas en resistir y tirar en contrario.
Dale la mano a la vida y el camino se revelará ante ti.
Va a ser un camino de rosas?
Olvídate, va a ser un camino, con todo lo que supone, eso sí, va a merecer la pena,
seguro seguro seguro.